Karesansui


Se cumple la heredad, se abren los puentes

al instante abismal y a la carrera
por ínfimos crepúsculos el día se abandona
como el agua en la estela
del cántaro del mar.

Todo se ha de borrar del predio de los dioses:
la plegaria y las cuentas,
los cristales finísimos que sostienen las aguas,
el deambular de sangre de peces invisibles.

Todo se ha de borrar menos la arena
y en la arena la flor y bajo los jardines
la tenaz insurgencia del río y sus palacios.

Los hábitos de sombra se adormecen.

Con letras diminutas sus móviles terrestres
desagotan el tiempo.


2 comentarios:

Mosaicos argentinos dijo...

Queen Patricia, junto al otoño me saluda su poema. Un abrazo

Patricia L. Boero dijo...

¡G.M.! Compartamos el reino. Otro abrazo.