Sólo por haber
profanado
en el real sentido
de la palabra
transparente
el destino de un verbo
raptado
por la
virtud dudosa
de insistir
lo que llamamos poema
deja
de ser
moneda y
ripio
costumbre
demasía
Atanor de la
voz
primera letra
Todo está aquí
donde no cabe
el ojo
También
la inconmensurable
levedad.
Patricia L. Boero
mayo2005
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