Los que dijeron las primeras palabras


IP me recuerda que un blog es una excusa para propiciar diálogos, conversaciones, intercambios.

Me lo recuerda, con la misma tonalidad con que expreso mi reticencia hacia los espacios compartidos (las públicas enunciaciones) al servicio de la pasión autista. De la autonarrativa confesional abierta, esa otra impostura. De la palabra sin retornos, arisca a la puntuación que otros podrían concederle.

IP espera que este no sea un blog únicamente de poesía. Aunque comience con ella. Y vuelve sobre las Intersecciones, esa rara especie de fiesta colectiva que alguna vez compartimos en una lista mexicana y ecléctica entre algunos que ahora, como dice E.A., nos juntamos en FB haciendo como que no, para evitar la reiteración de despedidas.

Más acá, E. persigue huellas en la arena, A. promete seguir y el Niño pide ser despeinado por el viento en una Alphaville de la resistencia. No sé nada o bien poco, tampoco hace falta la crónica, el detalle—. Porque puede intuirse.

Desde la isla, Ionushi —que por fortuna aún se asombra, da en el blanco y deja traza—, revela la dirección del sueño: 美穂の夢を見て。y una de las mejores definiciones de ‘contexto’ que he leído y que voy a robar impunemente para trazarme un horizonte: "Contexto no es "la pintura completa": es el entorno pertinente para ver algo".

Porque todo no hay. De allí la miscelánea. El rodeo. Las luces cenitales.

Y así podría seguir. Con deudas afortunadas.

Siempre los otros y el precipitado del lector posible, ese cómplice de la travesía.


No hay comentarios: